La catalogación comienza con la descripción de cada documento y concluye con la confección de un catálogo, ya sea en formato de papel o automatizado, y que constituye un índice ordenado de la información que contiene la biblioteca.

Una vez que los libros reciben el proceso técnico menor pasan al proceso mayor, que consiste en:

No todo lo que ingresa a la biblioteca es susceptible de proceso, ya sea porque se trate de material que no reúne los requisitos para el nivel académico de la institución, o porque se trate de material donado pero obsoleto o maltratado. Una vez determinado qué material se catalogará, se seleccionan las normas bibliotecarias de catalogación que permitirán estandarizar la forma en cómo se presenta la información a los usuarios en el catálogo.

Una biblioteca que se considere al día debe contemplar que un libro debe catalogarse dentro del mes siguiente a su llegada a la biblioteca y no permanecer en proceso más de tres meses. Debe tomarse en cuenta que por ser una actividad detallada, la catalogación bibliográfica es parte del proceso técnico que consume mucho tiempo del bibliotecario.

La catalogación bibliográfica se divide en: