La biblioteca es un recinto agradable y dinámico, por lo que al seleccionar el mobiliario debe tomarse en cuenta esta premisa y acondicionar los espacios con muebles vistosos, cómodos y seguros, que contribuyan a hacer de la biblioteca un lugar acogedor.

Debe procurarse que el mobiliario y equipo sea móvil, intercambiable, de fácil expansión, estándar y fácilmente lavable para facilitar la limpieza; otra recomendación es que permanentemente debe cuidarse que estén en buenas condiciones (que las patas no cojeen, que la pintura esté en buen estado, que sean de tamaño adecuado para usuarios adultos, que las sillas tengan respaldo, etc.) y de que no sea extraído de la biblioteca hacia otras áreas de la Institución.

Entre el principal mobiliario necesario en una biblioteca se distingue el siguiente:

Mesas

No conviene utilizar mesas grandes corridas, pues ocupan mucho espacio. Se prefieren las mesas cuadrangulares individuales o grupales para no más de 4 alumnos, a menos de que se trate de un aula de reunión donde puede instalarse una mesa circular.


Sillas

Deben seleccionarse sillas cómodas, de material resistente y en número suficiente tanto para los usuarios de la sala de lectura y de catálogos, como para el personal. Para que sean confortables, las sillas deben tener respaldo.


Estantería

La buena estantería de la biblioteca debe reunir las siguientes condiciones: seguridad, resistencia, estabilidad para los fondos, versatilidad, normalización, y en algunos casos, movilidad. La seguridad implica evitar peligro para los usuarios y para los materiales; la resistencia supone la estabilidad propia y la no deformación por el peso; la estabilidad implica que los estantes cuenten con soportes laterales fijos y sujetalibros; y, la movilidad, indispensable cuando la estantería es utilizada para dividir secciones dentro de la biblioteca y constantemente se tiene que desplazar.

Los estantes deben ser metálicos, por ser resistentes al peso, a los cambios de temperatura y a la humedad, además de que se facilita su limpieza.

Al diseñar la estantería se debe eliminar cualquier barrera que dificulte al usuario el contacto con los libros; por ello deben evitarse los estantes con puertas y cerraduras de cualquier tipo, que lo que ocasionan es que por el 'celo' de conservar los materiales éstos no se utilicen, contradiciendo la vocación de la biblioteca de difundir sus fondos. Una excepción se hace en el caso de los materiales multimedia, que por su tamaño y lo delicado del material, se justifica la necesidad de resguardarlos de otra manera.

Los estantes pueden ser sencillos o dobles, y los hay también de tipo exhibidor, para colocar inclinados y de frente revistas, libros y otros materiales.

La estantería se complementa con los porta rótulos o señalamientos en el copete de cada mueble o como salientes en los pasillos, que sirven para orientar tanto al usuario como al personal bibliotecario para ubicar las áreas temáticas en la estantería.

La estantería que se recomienda es de 2.10 m de altura, con 6 entrepaños móviles, de .90 m. de ancho. Si los estantes se van a colocar contra la pared deben ser sencillos, pero si se van a colocar en baterías, por seguridad del personal, de los usuarios y del material, deben ser dobles.

Actualmente existen al menos dos marcas mexicanas que fabrican estantería de diseño exclusivo para bibliotecas, pues por mucho tiempo se utilizaron estructuras más apropiadas para otro tipo de establecimiento, no para bibliotecas, que son muy peligrosas por lo inestables ante los movimientos propios de la toma y acomodo del material y aún de la propia limpieza, y no se diga de los movimientos telúricos, y requería asegurarla al techo y entre ella con otro tipo de aditamentos para que no cayera, atentando contra la armonía del espacio.

La estantería moderna está diseñada para uso de bibliotecas, es fácil de instalar, cambiar de lugar y limpiar. Los costados son planos, para que no se caigan al piso los materiales y las charolas son fácilmente ajustables porque no usan tornillos en ninguna parte de su instalación. Incluso, los colores son vistosos para dar mejor ambientación al recinto.

En espacios físicos reducidos, puede planearse la adecuación de estantería móvil, en cuyo caso debe disponerse de un espacio en planta baja (se requiere colocar un cimiento de cemento para una carga determinada de toneladas de peso).

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Soportalibros

Cualquier tipo de estantería que se utilice, debe complementarse con sujetalibros o soportes, para que no se deslicen los libros de su posición vertical y contribuir a su conservación.

Catálogo

En las bibliotecas que aún utilizan la opción de catálogo en formato de tarjetas impresas, se requiere contar con un mueble de madera o metal que se denomina catálogo o fichero. Las gavetas son del tamaño de las fichas (12.5 x 7 cm.), y cuentan con una varilla para sujetar las tarjetas por la parte central inferior, a fin de evitar que los usuarios las desacomoden.

El mueble de catálogo es imprescindible para facilitar las búsquedas de material tanto por los usuarios como por el personal bibliotecario y puede consistir en secciones de tarjetas arregladas alfabéticamente de manera separada por autor, título y tema, a lo que se denomina catálogo dividido, o bien, integrar en un sólo orden alfabético todas las tarjetas, lo que recibe el nombre de catálogo diccionario.

En cualquier caso, en promedio se calcula que cada gaveta tiene capacidad para 800 fichas; se recomienda dejar en cada gaveta un espacio de 10 cm. para facilitar la consulta de las tarjetas.

Asimismo, el catálogo debe colocarse sobre algún mueble, a una altura de 1.20 m. aproximadamente (2), procurando dejar espacio adyacente para que los usuarios anoten los datos para solicitar o buscar posteriormente los materiales en el acervo.

Para aquellas bibliotecas cuyo catálogo es automatizado, el mueble del fichero se sustituye por un equipo de cómputo dedicado exclusivamente a la consulta bibliográfica. Además del equipo de cómputo de la biblioteca los usuarios pueden utilizan los equipos del laboratorio de cómputo de la Institución para consultar el catálogo, en cuyo caso el programa y base de datos deberán estar instalados en cada uno de esos equipos, ya sea en acceso monousuario o por red.

Ya sea que la biblioteca cuente con catálogo impreso o automatizado, este debe estar en el área de circulación del recinto.

Como complemento, en la zona de catálogo se colocan las papeletas de solicitud del material, para que los usuarios anoten los datos de las obras.

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Pizarrones y exhibidores

Los pizarrones son un excelente medio de comunicación entre la biblioteca y la comunidad de usuarios, ya que en ellos se colocan artículos novedosos de revistas o libros, el reglamento de biblioteca, la clasificación resumida, anuncios, invitaciones, listas de nuevas adquisiciones, y cualquier otra información que sirva para mejorar la utilización de la biblioteca.

El pizarrón puede ser de corcho o de superficie escribible, y las dimensiones dependerán del espacio visible disponible en la biblioteca, aunque también puede gestionarse tener un espacio en cualquier otro pizarrón ubicado en los pasillos de la Institución.

Debe considerarse que un pizarrón contiene información novedosa, por lo que debe revisarse constantemente el contenido para retirar los anuncios caducos y actualizar las notas. También debe cuidarse que la colocación sea armoniosa, evitando saturar el espacio disponible en el pizarrón.

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Carritos transportadores

La finalidad de los carritos transportadores es facilitar la movilidad del acervo entre las diversas áreas de la biblioteca e incluso fuera de ella.

Cuando la biblioteca ofrece el servicio de estantería abierta, el carrito transportador es útil para que los usuarios depositen en él los materiales utilizados y así posteriormente el bibliotecario los acomodará trasladando el carrito por entre la estantería sin tener que cargar los materiales.

El carrito también es de suma utilidad cuando se realiza el proceso técnico de las nuevas adquisiciones, el proceso de descarte de materiales o el de preparación de la encuadernación.

En el mercado se comercializan diferentes modelos, pudiéndose seleccionar el que mejor se ajuste a las necesidades de la biblioteca.

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Bancos de seguridad

En las bibliotecas que se requiere extraer y acomodar material en estantes de más de 1.20 m. de altura, se hace necesario contar con un banco especial para que los usuarios y el personal se suban con seguridad y no se puedan accidentar.

Los bancos de seguridad, a diferencia de las escaleras o sillas, dan mayor estabilidad a la persona pues normalmente esta tendrá ocupadas las manos con material y en el caso de las escaleras o sillas la inestabilidad propicia un accidente. Los bancos de seguridad cuentan con un aditamento para que con el peso de la persona que se sube se bloqueen las ruedas y no se mueva el banco; asimismo, están, como están recubiertos con una superficie de goma se evitan los resbalones.

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Archiveros

En algunas bibliotecas se proporciona el servicio de 'archivo vertical', que es una colección actualizada de folletos, recortes, ilustraciones, volantes, avisos y otros recursos, sobre un tema en particular, para lo que se requiere poder guardar los documentos en fólders y estos en gavetas de archivos.

El mejor archivero es el de 4 gavetas y de tipo horizontal, en donde el material se coloca de manera lateral.

El mueble del archivo vertical se coloca en la sección de consulta de la biblioteca, o en un lugar cercano al escritorio o mostrador del bibliotecario.

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Mostrador de préstamo

Un mostrador de préstamo suele ser el primer contacto entre el usuario y la biblioteca, y mas que tener función de vigilancia, debe ser una herramienta de información.

El tamaño del mostrador estará en función de las dimensiones de la biblioteca, pero en él se debe ubicar el servicio de trámite de préstamo y devolución de los materiales, trámites de comprobantes de no adeudo de libros, entre otros. La altura promedio es de 1.20 m.

La parte del mostrador que da hacia el usuario es lisa, mientras que por la parte interna se colocan repisas y cajones para guardar sellos, papelería de préstamo, estadísticas, material para el proceso como cinta adhesiva, resistol, etiquetas y otros artículos de papelería. En la parte superior generalmente se coloca información para los usuarios como folletería y circulares.

Se recomienda cuidar continuamente el aspecto visual del mostrador para que el espacio bibliotecario sea agradable; esto implica retirar todos aquellos elementos que deterioren la imagen de la biblioteca o que estén desactualizados.

En bibliotecas muy pequeñas el mostrador se sustituye por el escritorio, equipo de cómputo y silla del bibliotecario.

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Sistemas de comunicación

Parte de la flexibilidad del edificio de biblioteca consiste en contar con instalaciones electrónicas, para facilitar la intercomunicación dentro del edificio o hacia el exterior, así como la conexión de los equipos de computación en Intranet e internet.


Consideración final

La normatividad que ha establecido la DGIRE, para la planta física de las bibliotecas del Sistema Incorporado, puede consultarse en el inciso 5, del Anexo 1 al Manual de disposiciones y procedimientos para el Sistema Incorporado de la UNAM, así como en el inciso 2.13.5 del Instructivo de Incorporación.

Puede solicitar asesoría sobre proveedores especializados en mobiliario y equipo de bibliotecas, escribiendo a gloyolam@dgire.unam.mx; también puede consultar imágenes de mobiliario especializado.

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