DGIRE
Biblioteca
La información aquí contenida está dirigida principalmente a los bibliotecarios del Sistema Incorporado (SI), en su función de responsables de la gestión de las bibliotecas universitarias, así como a los Directores Técnicos, profesores y autoridades de las instituciones incorporadas. Esta información es una referencia para la supervisión académica, ya que permite que las instituciones retomen la información aquí contenida, así como orientar a los responsables del servicio bibliotecario del SI. Se espera que con la información que se presenta, el personal responsable de la gestión de las bibliotecas cuente con elementos que apoyen tanto la selección, adquisición y organización de colecciones, así como la organización de los servicios para la evaluación permanente; la elaboración del reglamento y la implementación de actividades de difusión, entre otros.
Originalmente el término "biblioteca" deriva de las palabras griegas biblion = libro y theke = caja, que equivaldría a "depósito de libros".
Una definición muy completa de biblioteca, la proporciona María de Luz Arguinzóniz (1):
"... este vocablo se aplica a la institución dedicada no sólo a conservar, sino también a difundir en forma dinámica los conocimientos en beneficio de un conjunto de seres humanos". "Por extensión, este término se aplica también a una colección más o menos selecta y numerosa de libros catalogados y clasificados de acuerdo con un sistema determinado y que se han puesto a disposición de los lectores, de manera que los conocimientos contenidos en dichos libros puedan ser difundidos y aprovechados".
Esta definición de 1980 sigue vigente, sin dejar de considerar la introducción de la tecnología actual, como son internet y los soportes de información en medios electrónicos.
(1) Arguinzóniz, María de la Luz. Guía de la biblioteca: funciones y actividades. México : Trillas, 1980. p. 29.
Existen diferentes tipos de bibliotecas: nacional, pública, infantil, especializada, escolar y universitaria, donde el tipo estará determinado por los objetivos establecidos y dependiendo de éstos serán los usuarios, la colección y los servicios de cada biblioteca.
La biblioteca universitaria
En términos generales, se define a la biblioteca universitaria como la organización que apoya bibliográficamente los objetivos de una institución educativa, que son la docencia, la investigación y extensión de la cultura.
Objetivo
El objetivo primordial de la biblioteca universitaria es facilitar el estudio y la investigación a los miembros de la comunidad, mediante instalaciones, colecciones, servicios y personal idóneos a la comunidad.
"La biblioteca es el corazón de la universidad; ningún otro elemento está tan estrechamente relacionado con la calidad de la educación superior..." (2)
(2) Cartter , Allan M. "An assessment of quality in graduate education". Washington, D.C. : American Council on Education, 1966, p. 114. En: Normas para bibliotecas universitarias. México : UNAM-DGB, 1980. p. 8.
La gestión o planeación de una biblioteca, permite fijar a futuro objetivos acordes con la institución de que se trate, en este caso una institución de enseñanza, para organizar adecuadamente los recursos disponibles (personal, espacio, acervos) y establecer servicios adecuados.
La gestión o planeación de una biblioteca, permite fijar a futuro objetivos acordes con la institución de que se trate, en este caso una institución de enseñanza, para organizar adecuadamente los recursos disponibles (personal, espacio, acervos) y establecer servicios adecuados.
La biblioteca universitaria tiene su razón de ser como instrumento de apoyo bibliográfico al proceso enseñanza aprendizaje de una institución determinada, en función del plan y programas de estudio que se lleven a cabo.
La biblioteca universitaria tiene su razón de ser como instrumento de apoyo bibliográfico al proceso enseñanza aprendizaje de una institución determinada, en función del plan y programas de estudio que se lleven a cabo.
📖 Planeación de bibliotecas universitarias
📌 Consideraciones generales sobre la planeación
Para promover el desarrollo de las bibliotecas universitarias, deben tomarse en cuenta algunas características que brinden apoyo a las funciones y objetivos de la institución:
- Contar con una colección que responda al currículo de la institución que atiende y que esté organizada de acuerdo con herramientas de organización bibliográfica de amplio uso.
- Contar con catálogos que permitan el fácil acceso a los materiales.
- Que sus usuarios cuenten con libre acceso a los recursos informativos.
- Promover el uso óptimo de la biblioteca y de sus herramientas de organización y acceso como catálogos, obras de consulta, bibliografías, bases de datos, etc.
- Contar con personal formado y capacitado adecuadamente para proporcionar servicios bibliotecario.
🏛️ Los elementos mínimos que deben existir en una biblioteca universitaria son
- Espacio físico propio y suficiente en el cual ofrecer el servicio y que, a su vez, contenga la gran mayoría de recursos de información con que cuente la escuela, de manera que estén centralizados y no dispersos en otras áreas del recinto.
- Servicio bibliotecario en suficiente número de horas y en horario continuo para atender a alumnos y profesores.
- El responsable principal, idóneamente, debe tener estudios profesionales en bibliotecología; si esto no es posible, deberá contar con los respectivos cursos de capacitación. En cualquier caso, su dedicación a la biblioteca deberá ser, deseablemente, exclusiva y de tiempo completo, pues mantener un manejo óptimo implica un considerable esfuerzo, si es que se persigue un servicio profesional.
📚 Cuidando estos elementos, el bibliotecario se constituirá en apoyo efectivo al
- Ser un taller de investigación continua y centro de recursos.
- Fomentar el hábito investigador, principalmente cuando el profesor exija una tarea determinada.
- Preparar a los usuarios en el uso de otras bibliotecas y centros de información.
- Promover el manejo de obras de consulta como diccionarios, enciclopedias, atlas, bibliografías, entre otros.
- Complementar y enriquecer el aprendizaje, ofreciendo al usuario diversas fuentes de información, diferentes a los libros de texto.
- Reunir materiales de distinto formato para ser utilizados en diferentes asignaturas (publicaciones periódicas, videocasetes, cd-rom, dvd).
- Fomentar el trabajo individual o grupal.
A lo largo de diferentes secciones se presentará la siguiente información a tomar en cuenta, al planear y organizar una biblioteca universitaria:
La creación o mejora de la biblioteca de un centro educativo requiere de la previsión, planeación y descripción de una serie de factores de diferente índole, que se deben plasmar en un documento escrito que se denomina Plan o proyecto de trabajo, que puede resumirse en los siguientes grandes rubros:
Planeación y organización administrativa
Organización bibliográfica
Servicios bibliográficos
A fin de apoyar a los bibliotecarios del Sistema Incorporado a la UNAM, la DGIRE pone a su disposición un Modelo de Plan de trabajo de la biblioteca, que pueden usar de parámetro para estructurar el de la propia institución.
Parte del éxito de la biblioteca reside en contar con un número mínimo de títulos y volúmenes de libros, revistas y otros formatos que se deben ir incrementando paulatinamente; también deben integrarse materiales que propicien la investigación y la difusión de la cultura entre los usuarios, para ir más allá de los requerimientos del cumplimiento del plan de estudios. Para consultar la normatividad sobre la cantidad de materiales que debe contener una biblioteca escolar y universitaria, consulte la sección Normatividad.
La colección de la biblioteca puede estar constituida por los siguientes tipos de materiales:
- Libros de ficción y no ficción
- Obras de consulta
- Publicaciones periódicas: revistas y diarios
- Documentos oficiales
- Documentos impresos de breve extensión: recortes de diarios, artículos de revistas, folletos
- Dossiers: antologías sobre un tema determinado
- Multimedia: videocasetes, audiocasetes, cd-rom, dvd, archivos de 3.5 mm
- Imágenes fijas: fotos, carteles, mapas, dibujos, ilustraciones
- Objetos tridimensionales: maquetas, globos terráqueos, modelos anatómicos, colecciones edafológicas o de seres vivos, juegos didácticos, etc.
- Archivos de computadora y ediciones de electrónicas: cd-rom, dvd, archivos de 3.5 mm.
- Ediciones electrónicas: de libros, publicaciones periódicas, que pueden estar en línea o almacenarse a nivel local
- Folletos
Estos materiales pueden tener el formato tradicional, que es el impreso en papel, o bien, en otros soportes como son en diapositivas, el auditivo, audiovisual, tridimensional, electrónico y multimedia.
Los materiales mencionados constituyen la colección que se requiere en cada institución para apoyar los programas de estudio y forman las diferentes secciones de una biblioteca:
✓ Acervo general: textos escolares, obras literarias, legislación
✓ Acervo de consulta: diccionarios, enciclopedias
✓ Hemeroteca: diarios y publicaciones periódicas
✓ Acervo multimedia: audiocasetes, videocasetes
✓ Acervo digital: cd-rom, dvd, discos de 3.5
✓ Archivo vertical: folletos, artículos, hojas sueltas
✓ Mapoteca: mapas
El acervo general está constituido por obras impresas o electrónicas que suelen emplearse en su totalidad pues se leen completas o se usan para las lecciones o unidades temáticas de las materias; se dividen en materiales de ficción y de información.
Antes de continuar des cribiendo los tipos de materiales, vale la pena recordar algunas consideraciones respecto al libro: el concepto tradicional de "libro" es el que la UNESCO que en 1964 lo define como "una publicación impresa no periódica que consta como mínimo de 49 páginas, sin contar las de la cubierta" (1) ; el libro o monografía, a diferencia de otros impresos, son escritos por uno o más autores y tratan sobre un mismo tema; sea cual sea el formato físico el libro continua siendo el medio más importante para la transmisión del conocimiento a través de la palabra impresa.
Actualmente, en la era de las tecnologías de la información, esa definición se ha transformado y el concepto libro se aplica también a las obras con las misma estructura académica, pero en formato audiovisual, digital, o combinando el papel impreso con alguno de estos formatos, y para cuya lectura se requiere equipo especial, ya sea que se escuchen en un equipo de sonido o se lean en una computadora; su soporte físico puede ser un reproductor de sonido o una computadora.
Entre las obras de información de una biblioteca universitaria están los ensayos, obras de divulgación de la ciencia, obras legislativas, y, sobre todo, los libros de texto que se utilizan para apoyar cada asignatura que se imparta:
Libros de textoLos libros de texto son la base del acervo general de una biblioteca escolar o universitaria y generalmente son de contenido monográfico, donde todo el libro está agrupado físicamente en una sola obra. En nuestro medio existe amplia variedad de librerías y editoriales que editan o importan materiales escolares, pero con la desventaja de que las obras de nivel superior no están tan disponibles en el interior del país, como lo es en las librerías de la Ciudad de México y de las grandes ciudades. En el acervo general debe existir un grupo de obras actualizadas, suficientes y pertinentes para el plan de estudios de que se trate (2): Actualizadas: porque el conocimiento se reorganiza y se transforma constantemente, principalmente en el área de ciencias exactas y aplicadas. Suficientes: las bibliotecas escolares y universitarias siempre deben tener una cantidad ejemplares proporcionales a la matrícula registrada, para cubrir las necesidades de información de los usuarios, tanto en préstamo en sala de lectura como a través del préstamo a domicilio y en las aulas. Pertinentes: que exista concordancia entre el nivel académico del contenido de la obra y el plan de estudios al que se pretende apoyar. |
Legislación y normatividadLas obras legislativas son necesarias como material complementario para algunas asignaturas a nivel bachillerato como Derecho, Contabilidad, Ética y para las licenciaturas que incluyen en su plan de estudios asignaturas del área jurídica. Así, en las bibliotecas se deben tener ediciones actualizadas desde la Constitución Política Mexicana, hasta las leyes más específicas que se marquen en cada programa de estudios. Particularmente para Educación física, además se deberá contar con los reglamentos vigentes de los deportes básicos: atletismo, fútbol, voleibol, natación y básquetbol. |
EnsayoEl ensayo es un escrito generalmente breve, sin el aparato y extensión que requiere un tratado completo sobre la misma materia (3) es el tipo de literatura que más se asemeja a una clase. Bien dirigido (esto es con ensayos atractivos, bien seleccionados, apropiados y con la supervisión constante y activa de los profesores, principalmente), es una excelente herramienta para continuar la exposición del tema de clase más allá del aula e incluso llevarla a un entorno de motivación en los alumnos que deja de ser obligatorio para dar paso a la curiosidad intelectual por la curiosidad misma. La editorial mexicana Fondo de Cultura Económica tiene una colección excelente de ensayos, para todos los temas del conocimiento. |
Divulgación de la cienciaLos textos de divulgación científica, en sus diferentes ramas, promueven el interés por el conocimiento científico y el gusto por la lectura. Los materiales dedicados a la divulgación de la ciencia son parte sustancial del acervo, e incluso a nivel escolar se recomienda que una tercera parte de la colección corresponda a obras de carácter divulgativo. Otra ventaja que tienen es que están diseñados para un público más amplio y suelen manejar conceptos y fenómenos de manera más relajada y comprensible para todos lo que motiva y no impone, el acercamiento a las ciencias. |
Novela, cuento, fábula y leyendaDentro de la ficción, estas obras del género narrativo, son agentes transmisores de ideologías y pautas de comportamiento, importantes para la formación integral de los estudiantes. Son útiles para continuar el fomento del hábito de la lectura en los adolescentes, quienes ya han desarrollado mayores habilidades en la lectura. En esta cultura literaria donde cada vez se leen menos libros completos, se dificulta que los lectores entren de lleno a una literatura y un lenguaje para los cuales debe contarse con un contexto cultural determinado y con un continuo desarrollo de la sensibilidad lectora literaria necesaria para disfrutar obras de distinto grado de complejidad, la novela tiene la ventaja de que se propicia la lectura completa de la obra. En el acervo se deberá contar con una colección equilibrada de autores clásicos y contemporáneos que complementen los programas de literatura que se lleven a cabo, pero también de otros autores contemporáneos, que apoyen la tarea de difusión de la cultura hacia alumnos y profesores. |
PoesíaLa poesía es una manera de dar la oportunidad a que los alumnos aprendan a apreciar el valor de las palabras y el lenguaje en un ambiente distinto al de otro tipo de lectura, y a escuchar la sonoridad de las imágenes que el lenguaje poético es capaz de evocar. También la biblioteca debe contar con una colección balanceada de autores clásicos y contemporáneos. |
TeatroEl teatro implica el uso de diferentes lenguajes como el oral, el corporal y el gestual, con los cuales los lectores son capaces de expresarse en la recreación o representación de situaciones determinadas. Es una oportunidad de conocer facetas de la conducta como la ironía, la tragedia o la comedia. Como los diálogos son breves y describen concisa y claramente escenarios, y se da una dinámica en el intercambio de voces por parte de los personajes, se facilita que su lectura se pueda realizar en grupo, lo que fomenta el trabajo en equipo y la socialización, además de despertar la sensibilidad hacia las bellas artes. |
Aventuras y suspensoSe incluyen las narraciones de suspenso, terror y policíacas, que proporcionan una lógica de razonamientos para desentrañar determinado misterio o crimen. La producción editorial disponible en el mercado corresponde en su mayoría a traducciones de autores extranjeros, principalmente anglosajones, por lo se corre el riesgo de que los referentes culturales de lugares o personajes de esos países sean desconocidos para el lector, aunque puede transformarse en aliciente para consultar información sobre otras culturas. |
Ciencia ficciónEste tipo de obras de ciencia ficción tiene la bondad de poner en contacto a lector con el mundo de la ciencia y la tecnología en diferentes ramas como la ingeniería, la biología, la física, la aeronáutica, la astronomía, etc., haciendo amena la enseñanza de esas áreas. |
(1) Delavenay, Émile. Por el libro. [en línea]. Paris : UNESCO, 1974. (Colec UNESCO y su programa), p. 9. En:http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001378/137836so.pdf> [Consulta: 4 jul. 2006].
(2) Ver la sección de Normatividad, para conocer los mínimos que se solicitan por la DGIRE.
(3) Buonocore, Domingo. Diccionario de bibliotecología. 2a ed. Buenos Aires : Marymar, 1976.
Parte del éxito de la biblioteca universitaria reside en la adecuada composición del acervo, que ha de responder a las necesidades de información de la comunidad educativa, cubriendo aspectos dedicados al fomento de la lectura; que ha de ser útil en la realización de trabajos escolares, en el fomento a la investigación y la autoenseñanza, así como proporcionar fuentes que contribuyan al esparcimiento y la recreación.
Para crear una colección equilibrada, debe existir un proceso sistemático en la selección de los recursos, con criterios consensuados y evaluables. Cada institución educativa debe contar con un plan a corto y mediano plazo para el financiamiento, adquisición, selección, mantenimiento y evaluación de los recursos didácticos, que se denomina "programa de adquisiciones bibliográficas".
La política de adquisiciones está relacionada con el plan general de trabajo de la biblioteca, que a su vez debe responder a las prioridades establecidas en los planes y programas de estudio que se desarrollen en la institución.
El desarrollo de la colección bibliográfica de una biblioteca escolar y universitaria, debe contemplar la adquisición de una amplia gama de materiales, tomando en cuenta la diversidad de soportes físicos que van surgiendo con las nuevas tecnologías de la información.
Los elementos básicos de una política de adquisición para una biblioteca escolar son:
El análisis de los fondos existentes,
La evaluación de las necesidades de la biblioteca,
Los criterios para la selección de documentos y para la revisión periódica de los fondos.
El proceso de selección de nuevos fondos será más sencillo y efectivo si se cuenta con un análisis del acervo existente y su utilización.
Antes de tomar la decisión respecto a la eliminación de fondos o a la adquisición de nuevos materiales, debe hacerse una evaluación de necesidades de acuerdo a los planes y programas de estudio impartidos, ya que las bibliotecas escolares y universitarias han de apoyar el aspecto bibliográfico requeridos para su cumplimiento.
La evaluación consiste en verificar que el acervo sea pertinente, suficiente y adecuado, así como que los materiales se encuentren en buen estado físico para su correcta utilización. A fin de facilitar a los bibliotecarios el proceso de evaluación y formación de la colección básica, para que sea acorde a los lineamientos que señala la UNAM, se elaboró un Programa de adquisiciones bibliográficas, que puede utilizar la ISI.
Con la finalidad de apoyar la tarea de desarrollo de la colección, proporcionamos una breve compilación de diversos instrumentos:
Como herramienta de apoyo, se presenta a usted un directorio compilado por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), para contactar librerías en el Distrito Federal e interior de la República Mexicana:
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Directorio de CERLALC (1) - archivo PDF (254 kb); su lectura requiere contar con el programa Acrobat Reader instalado.
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Asimismo, también puede localizar librerías de la la lista de afiliadas a la Asociación de Librerías de México.
(1) Directorio latinoamericano de librerías: México [en línea]. Colombia : CERLALC. [Consulta: 6 jul. 2006].
Con la misma idea de que la biblioteca universitaria es un recinto agradable y dinámico, al seleccionar el mobiliario debe tomarse en cuenta esta premisa y acondicionar los espacios con muebles vistosos, cómodos y seguros, que hagan de la biblioteca un lugar acogedor, y que la distribución de los elementos decorativos, de la iluminación, ventilación, señalización y mobiliario, lo hagan confortable.
Sin importar si la institución construye un local especial para la biblioteca, o si adapta otro ya existente, debe considerarse que la biblioteca ha de ocupar un espacio destinado únicamente para ella, que se respete como tal y que cumpla con ciertas características arquitectónicas a fin de facilitar el trabajo intelectual de la comunidad.
Citando el documento Normas para bibliotecas universitarias, se refleja la importancia de las condiciones ambientales en la biblioteca:
"La biblioteca universitaria será atractiva, acogedora y estará cuidadosamente diseñada para promover la eficacia tanto operativa de utilización. Los factores específicos más importantes incluirán las características ambientales generales que influyen en los usuarios, el personal y las colecciones (iluminación, ventilación, temperatura y control de humedad, transporte horizontal y vertical, seguridad, etcétera), la disposición de las estanterías, el número y variedad de lugares para la lectura, la relación entre los lugares de servicio, la fluidez efectiva de los materiales, el espacio adecuado para el personal y las operaciones" (1).
Algunos factores a tomar en cuenta al planear, construir o remodelar una biblioteca, son:
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Ubicarla en planta baja. Por razones de seguridad y comodidad y para facilitar el acceso de la comunidad.
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Visibilidad. Las puertas y ventanas deben permitir ver desde exterior algunas zonas de la biblioteca para permitir que los profesores observen desde fuera la conducta de los alumnos, pero sobre todo, para motivar que otros estudiantes se animen a asistir a la biblioteca.
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Recintos atractivos. La biblioteca debe contar con una distribución agradable, en la cual los usuarios se sientan animados para trabajar. Hacer de una biblioteca un lugar atractivo depende primordialmente de bibliotecarios y profesores, pero también depende del tipo de mobiliario, pintura, iluminación y decoración que se dispongan. Una buena manera de hacer atractiva la biblioteca es colocando señalamientos sobrios, carteles y pizarrones de anuncios, pero también debe cuidarse la distribución de la sala de lectura y estantería, la pintura de paredes y mobiliario y el aseo diario.
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Identificación. La entrada a la biblioteca debe portar un letrero vistoso que indique BIBLIOTECA, o su nombre completo si lo tiene, ej. BIBLIOTECA JUAN GUTEMBERG.
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Funcionalidad. El término de 'funcionalidad' implica que en la biblioteca los usuarios puedan realizar cómodamente las actividades de consulta de los catálogos, de lectura, y uso de algún otro recurso que provea la biblioteca, así como también el que los bibliotecarios puedan hacer el proceso técnico y préstamo de las obras de manera holgada. A decir de los autores citados: "debe permitir hacer lo mínimo indispensable con cierta holgura de espacio, de manera que estar en la biblioteca no resulte pesado y desagradable".
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Flexibilidad. La flexibilidad implica contemplar diversos factores al momento de construir, remodelar o ampliar las bibliotecas, para el acomodo del mobiliario que se utilizará. Entre los factores a tomar en cuenta están:
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Evitar las paredes interiores; se recomiendan las columnas para tener un espacio abierto. Pueden construirse falsos muros (mampostería con cristal) para dividir las áreas que sean necesarias, como los cubículos de estudio, áreas de procesos técnicos y espacio para resguardo de material digital.
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Utilizar las estanterías como referente divisorio entre las áreas.
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Procurar que el equipo de seguridad y ventilación interfieran lo menos posible con la distribución de la planta (extintores, salidas de emergencia, controles antirrobo de libros, y ventiladores).
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Planificar las instalaciones eléctricas y sanitarias antes de ocupar el área, de manera que se prevean los contactos necesarios para la iluminación, instalación de equipos de cómputo, ventilación y otros, antes de equipar el recinto.
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Colocar los materiales bibliográficos en la estantería a un máximo del ocupación del 75%, para permitir la integración de nuevas obras sin tener que hacer constantes recorridos de acervo.
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La normatividad que ha establecido la DGIRE, para la planta física de las bibliotecas del Sistema Incorporado, puede consultarse en el inciso 5, del Anexo 1 al Manual de disposiciones y procedimientos para el Sistema Incorporado a la UNAM, así como en el inciso 2.13.5 del Instructivo de Incorporación.
También, por cortesía de la revista Información, se incluye una lectura que puede ser de utilidad: "Criterios y procedimientos para la remodelación, ampliación o adaptación de edificios para bibliotecas universitarias", de Cecilia Vélez Salas (2).
(2) Reglamento general del Sistema Bibliotecario de la UNAM.
Otros aspectos de la infraestructura a considerar son:
La biblioteca es un recinto agradable y dinámico, por lo que al seleccionar el mobiliario debe tomarse en cuenta esta premisa y acondicionar los espacios con muebles vistosos, cómodos y seguros, que contribuyan a hacer de la biblioteca un lugar acogedor.
Debe procurarse que el mobiliario y equipo sea móvil, intercambiable, de fácil expansión, estándar y fácilmente lavable para facilitar la limpieza; otra recomendación es que permanentemente debe cuidarse que estén en buenas condiciones (que las patas no cojeen, que la pintura esté en buen estado, que sean de tamaño adecuado para usuarios adultos, que las sillas tengan respaldo, etc.) y de que no sea extraído de la biblioteca hacia otras áreas de la Institución.
Entre el principal mobiliario necesario en una biblioteca se distingue el siguiente:
Mesas
No conviene utilizar mesas grandes corridas, pues ocupan mucho espacio. Se prefieren las mesas cuadrangulares individuales o grupales para no más de 4 alumnos, a menos de que se trate de un aula de reunión donde puede instalarse una mesa circular.
Sillas
Deben seleccionarse sillas cómodas, de material resistente y en número suficiente tanto para los usuarios de la sala de lectura y de catálogos, como para el personal. Para que sean confortables, las sillas deben tener respaldo.
Estantería
La buena estantería de la biblioteca debe reunir las siguientes condiciones: seguridad, resistencia, estabilidad para los fondos, versatilidad, normalización, y en algunos casos, movilidad. La seguridad implica evitar peligro para los usuarios y para los materiales; la resistencia supone la estabilidad propia y la no deformación por el peso; la estabilidad implica que los estantes cuenten con soportes laterales fijos y sujetalibros; y, la movilidad, indispensable cuando la estantería es utilizada para dividir secciones dentro de la biblioteca y constantemente se tiene que desplazar.
Los estantes deben ser metálicos, por ser resistentes al peso, a los cambios de temperatura y a la humedad, además de que se facilita su limpieza.
Al diseñar la estantería se debe eliminar cualquier barrera que dificulte al usuario el contacto con los libros; por ello deben evitarse los estantes con puertas y cerraduras de cualquier tipo, que lo que ocasionan es que por el 'celo' de conservar los materiales éstos no se utilicen, contradiciendo la vocación de la biblioteca de difundir sus fondos. Una excepción se hace en el caso de los materiales multimedia, que por su tamaño y lo delicado del material, se justifica la necesidad de resguardarlos de otra manera.
Los estantes pueden ser sencillos o dobles, y los hay también de tipo exhibidor, para colocar inclinados y de frente revistas, libros y otros materiales.
La estantería se complementa con los porta rótulos o señalamientos en el copete de cada mueble o como salientes en los pasillos, que sirven para orientar tanto al usuario como al personal bibliotecario para ubicar las áreas temáticas en la estantería.
La estantería que se recomienda es de 2.10 m de altura, con 6 entrepaños móviles, de .90 m. de ancho. Si los estantes se van a colocar contra la pared deben ser sencillos, pero si se van a colocar en baterías, por seguridad del personal, de los usuarios y del material, deben ser dobles.
Actualmente existen al menos dos marcas mexicanas que fabrican estantería de diseño exclusivo para bibliotecas, pues por mucho tiempo se utilizaron estructuras más apropiadas para otro tipo de establecimiento, no para bibliotecas, que son muy peligrosas por lo inestables ante los movimientos propios de la toma y acomodo del material y aún de la propia limpieza, y no se diga de los movimientos telúricos, y requería asegurarla al techo y entre ella con otro tipo de aditamentos para que no cayera, atentando contra la armonía del espacio.
La estantería moderna está diseñada para uso de bibliotecas, es fácil de instalar, cambiar de lugar y limpiar. Los costados son planos, para que no se caigan al piso los materiales y las charolas son fácilmente ajustables porque no usan tornillos en ninguna parte de su instalación. Incluso, los colores son vistosos para dar mejor ambientación al recinto.
En espacios físicos reducidos, puede planearse la adecuación de estantería móvil, en cuyo caso debe disponerse de un espacio en planta baja (se requiere colocar un cimiento de cemento para una carga determinada de toneladas de peso).
Soportalibros
Cualquier tipo de estantería que se utilice, debe complementarse con sujetalibros o soportes, para que no se deslicen los libros de su posición vertical y contribuir a su conservación.
Catálogo
En las bibliotecas que aún utilizan la opción de catálogo en formato de tarjetas impresas, se requiere contar con un mueble de madera o metal que se denomina catálogo o fichero. Las gavetas son del tamaño de las fichas (12.5 x 7 cm.), y cuentan con una varilla para sujetar las tarjetas por la parte central inferior, a fin de evitar que los usuarios las desacomoden.
El mueble de catálogo es imprescindible para facilitar las búsquedas de material tanto por los usuarios como por el personal bibliotecario y puede consistir en secciones de tarjetas arregladas alfabéticamente de manera separada por autor, título y tema, a lo que se denomina catálogo dividido, o bien, integrar en un sólo orden alfabético todas las tarjetas, lo que recibe el nombre de catálogo diccionario.
En cualquier caso, en promedio se calcula que cada gaveta tiene capacidad para 800 fichas; se recomienda dejar en cada gaveta un espacio de 10 cm. para facilitar la consulta de las tarjetas.
Asimismo, el catálogo debe colocarse sobre algún mueble, a una altura de 1.20 m. aproximadamente (2), procurando dejar espacio adyacente para que los usuarios anoten los datos para solicitar o buscar posteriormente los materiales en el acervo.
Para aquellas bibliotecas cuyo catálogo es automatizado, el mueble del fichero se sustituye por un equipo de cómputo dedicado exclusivamente a la consulta bibliográfica. Además del equipo de cómputo de la biblioteca los usuarios pueden utilizan los equipos del laboratorio de cómputo de la Institución para consultar el catálogo, en cuyo caso el programa y base de datos deberán estar instalados en cada uno de esos equipos, ya sea en acceso monousuario o por red.
Ya sea que la biblioteca cuente con catálogo impreso o automatizado, este debe estar en el área de circulación del recinto.
Como complemento, en la zona de catálogo se colocan las papeletas de solicitud del material, para que los usuarios anoten los datos de las obras.
Pizarrones y exhibidores
Los pizarrones son un excelente medio de comunicación entre la biblioteca y la comunidad de usuarios, ya que en ellos se colocan artículos novedosos de revistas o libros, el reglamento de biblioteca, la clasificación resumida, anuncios, invitaciones, listas de nuevas adquisiciones, y cualquier otra información que sirva para mejorar la utilización de la biblioteca.
El pizarrón puede ser de corcho o de superficie escribible, y las dimensiones dependerán del espacio visible disponible en la biblioteca, aunque también puede gestionarse tener un espacio en cualquier otro pizarrón ubicado en los pasillos de la Institución.
Debe considerarse que un pizarrón contiene información novedosa, por lo que debe revisarse constantemente el contenido para retirar los anuncios caducos y actualizar las notas. También debe cuidarse que la colocación sea armoniosa, evitando saturar el espacio disponible en el pizarrón.
Carritos transportadores
La finalidad de los carritos transportadores es facilitar la movilidad del acervo entre las diversas áreas de la biblioteca e incluso fuera de ella.
Cuando la biblioteca ofrece el servicio de estantería abierta, el carrito transportador es útil para que los usuarios depositen en él los materiales utilizados y así posteriormente el bibliotecario los acomodará trasladando el carrito por entre la estantería sin tener que cargar los materiales.
El carrito también es de suma utilidad cuando se realiza el proceso técnico de las nuevas adquisiciones, el proceso de descarte de materiales o el de preparación de la encuadernación.
En el mercado se comercializan diferentes modelos, pudiéndose seleccionar el que mejor se ajuste a las necesidades de la biblioteca.
Bancos de seguridad
En las bibliotecas que se requiere extraer y acomodar material en estantes de más de 1.20 m. de altura, se hace necesario contar con un banco especial para que los usuarios y el personal se suban con seguridad y no se puedan accidentar.
Los bancos de seguridad, a diferencia de las escaleras o sillas, dan mayor estabilidad a la persona pues normalmente esta tendrá ocupadas las manos con material y en el caso de las escaleras o sillas la inestabilidad propicia un accidente. Los bancos de seguridad cuentan con un aditamento para que con el peso de la persona que se sube se bloqueen las ruedas y no se mueva el banco; asimismo, están, como están recubiertos con una superficie de goma se evitan los resbalones.
Archiveros
En algunas bibliotecas se proporciona el servicio de 'archivo vertical', que es una colección actualizada de folletos, recortes, ilustraciones, volantes, avisos y otros recursos, sobre un tema en particular, para lo que se requiere poder guardar los documentos en fólders y estos en gavetas de archivos.
El mejor archivero es el de 4 gavetas y de tipo horizontal, en donde el material se coloca de manera lateral.
El mueble del archivo vertical se coloca en la sección de consulta de la biblioteca, o en un lugar cercano al escritorio o mostrador del bibliotecario.
Mostrador de préstamo
Un mostrador de préstamo suele ser el primer contacto entre el usuario y la biblioteca, y mas que tener función de vigilancia, debe ser una herramienta de información.
El tamaño del mostrador estará en función de las dimensiones de la biblioteca, pero en él se debe ubicar el servicio de trámite de préstamo y devolución de los materiales, trámites de comprobantes de no adeudo de libros, entre otros. La altura promedio es de 1.20 m.
La parte del mostrador que da hacia el usuario es lisa, mientras que por la parte interna se colocan repisas y cajones para guardar sellos, papelería de préstamo, estadísticas, material para el proceso como cinta adhesiva, resistol, etiquetas y otros artículos de papelería. En la parte superior generalmente se coloca información para los usuarios como folletería y circulares.
Se recomienda cuidar continuamente el aspecto visual del mostrador para que el espacio bibliotecario sea agradable; esto implica retirar todos aquellos elementos que deterioren la imagen de la biblioteca o que estén desactualizados.
En bibliotecas muy pequeñas el mostrador se sustituye por el escritorio, equipo de cómputo y silla del bibliotecario.
Sistemas de comunicación
Parte de la flexibilidad del edificio de biblioteca consiste en contar con instalaciones electrónicas, para facilitar la intercomunicación dentro del edificio o hacia el exterior, así como la conexión de los equipos de computación en Intranet e internet.
Consideración final
La normatividad que ha establecido la DGIRE, para la planta física de las bibliotecas del Sistema Incorporado, puede consultarse en el inciso 5, del Anexo 1 al Manual de disposiciones y procedimientos para el Sistema Incorporado de la UNAM, así como en el inciso 2.13.5 del Instructivo de Incorporación.
También puede consultar imágenes de:
UNAM – DGIRE
Mobiliario especializado para bibliotecas
Al planear y organizar bibliotecas, es recomendable tener en consideración los estándares nacionales e internacionales diseñados exprofeso para la adecuación de los espacios y la organización de los servicios y las colecciones.
Para el incremento de las colecciones de una biblioteca, se requiere llevar a cabo diversas estrategias que pueden iniciarse apegándose al plan o planes de estudio y, en el caso del Sistema Incorporado, incluyen también tomar en cuenta la normatividad señalada en el Manual de disposiciones y procedimientos para el Sistema Incorporado de la UNAM y en el Instructivo de incorporación.
Para revisar a detalle una selección de normas existente consulte:
A continuación se presenta una compilación de normas y recomendaciones mexicanas e internacionales, relativas a las colecciones de las bibliotecas universitarias.
🇲🇽 Normas mexicanas
"5.3 La colección básica general deberá formarse con DIEZ TÍTULOS bien seleccionados por cada materia impartida en la Universidad. Se hace notar que este es el mínimo por materia, pero deberá incrementarse tan pronto las posibilidades lo permitan o las exigencias de estudio y de investigación lo requieran".
"5.4 Deberá existir una colección de obras de consulta actualizadas y útiles formada por un mínimo de 500 TÍTULOS diferentes, en su fase inicial, que incluya enciclopedias generales y especializadas, diccionarios de todos tipos, bibliografías, directorios, anuarios, estadísticas, etc."
"5.6 El número de suscripciones o publicaciones periódicas debe ser de 15 a 20 títulos por especialización o carrera dentro de la Universidad".
🌍 Normas internacionales
"La ALA (American Librarian Association, de Estados Unidos) maneja fórmulas para determinar el número de títulos que se necesitan y que van, desde 15 por cada estudiante de tiempo completo, hasta 85,000 que deben formar la colección básica" 2.
En los estándares del Comité de Estándares del Association of College and Research Libraries (ACRL) Board de la ALA, pero de 1995, se señala una colección básica de 85,000 volúmenes y añade después más ejemplares dependiendo de factores como profesores y estudiantes de tiempo completo, etc.
Ario Garza Mercado, recopila diversas normas y recomendaciones, entre las que destacan las siguientes:
-
Canadá: indica que debe partirse de 100,000 volúmenes y añadir 200 por estudiante de posgrado, hasta llegar a la proporción de 75 volúmenes por estudiante de tiempo completo.
-
Alemania: señala que se supone que una biblioteca puede satisfacer el 75% de las demandas si cuenta con un acervo de 300,000 volúmenes. El informe recomienda 600,000 volúmenes para abrir una nueva biblioteca universitaria, pero solamente 100,000 para una biblioteca técnica. Los alemanes establecen una relación de 2.5 a 1 obras entre humanidades y ciencias sociales; de 2 a 1 entre ciencias sociales y ciencias naturales; y de 1.25 a entre ciencias sociales e ingeniería.
Respecto de los libros de texto, también señalan que se debe adquirir un número suficiente de ejemplares de éstos cuando son caros, o cuando forman parte de una bibliografía de consulta obligatoria más o menos amplia.
(1) Asociación de Bibliotecarios de Instituciones de Enseñanza Superior y de Investigación (ABIESI). "Normas para el servicio bibliotecario en instituciones de enseñanza superior y de investigación", p. 29-40. En: Boletín del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, México : UNAM. Vol. 2, no. 1 (ene.-jun. 1970).
(2) ALA. Normas para bibliotecas generales de la ALA. Washington: Unión Panamericana, Secretaría General, Organización de los Estados Americanos, 1964. 11 p., citado en "Estudio de normas en sus variadas aplicaciones para bibliotecas universitarias", p. 3-8. En: Biblioteca universitaria, México : UNAM-DGB. Vol. 5, no. 2 (abr.-jun. 1990).
(3) Garza Mercado, Ario. Función y forma de la biblioteca universitaria. 2ª ed. México : Colmex, 1984. p. 60-63.
El área de servicios al público representa la imagen de la biblioteca. Dentro de las principales funciones de toda biblioteca están los servicios a la comunidad, que en el nivel de bachillerato pueden ser generales y a partir de licenciatura se requerirán más especializados.
El uso y difusión de la biblioteca serán más efectivos mientras mejores sean los servicios bibliográficos que ofrezca la biblioteca a su comunidad, y deben ser brindados por personal capacitado; también se requerirá contar con una colección adecuada, con instalaciones funcionales, con acceso a un catálogo bibliográfico completo y estructurando actividades de difusión atractivas.
A continuación se describen los principales servicios bibliográficos que prestan las bibliotecas:
Este servicio se ubica en la entrada de la biblioteca, en el área de circulación, y debe estar a la vista, alejado de la sala de lectura de manera que se evite el ruido a los lectores.
En bibliotecas pequeñas el mostrador o escritorio del bibliotecario deberá también estar colocado a la entrada de la biblioteca, desde donde pueda tener visión hacia toda la biblioteca, y como usualmente se cuenta sólo con un bibliotecario, desde este punto él desarrollará todas sus tareas: planeación, procesos técnicos, prestación de servicios, difusión y elaboración de informes, entre otras.
En cualesquiera de los tipos de préstamo el catálogo público es la primera fuente de información para el usuario; posteriormente, si el solicitante dispone de estantería cerrada o necesita algún material disponible en resguardo especial (cd-rom, videocasetes, diapositivas) se requiere que llene una papeleta de préstamo por cada material (ver formatos); si dispone de estantería abierta se dirige hacia la estantería a la búsqueda del material.
En todos los tipos de préstamo deben tenerse claramente establecidas las políticas de funcionamiento, mediante el reglamento de biblioteca.
Las modalidades del servicio de préstamo son las siguientes:
El préstamo interno es la utilización de los materiales por los usuarios, exclusivamente en la sala de lectura de la biblioteca, por lo que el material no sale de la biblioteca ni de la institución; en el caso de materiales audiovisuales, se debe acondicionar un lugar apropiado para su revisión, pudiendo ser fuera de la biblioteca pero dentro de la institución.
Los materiales bibliográficos que comúnmente se prestan únicamente en las salas de lectura son:
- Obras de consulta: diccionarios, enciclopedias, censos, almanaques, etc.
- Materiales en “reserva”.
- Fascículos de publicaciones periódicas (diarios y revistas).
- Materiales audiovisuales.
- Materiales electrónicos (CD-ROM, DVD, discos de 3.5 mm).
- Folletos y carteles.
- Colecciones especiales que lo ameriten, para evitar su deterioro.
Siempre existirá la posibilidad de que, por alguna razón debidamente sustentada, las obras reservadas para uso en sala puedan ofrecerse en préstamo a domicilio, pero deberá establecerse una política clara al respecto, dentro del reglamento de biblioteca.
Se recomienda colocar letreros para los usuarios donde se indique que no se pueden solicitar más de 3 materiales simultáneamente.
Asimismo, se recomienda colocar una mesa o carrito transportador para que los usuarios depositen los materiales al terminar de utilizarlos; el reacomodo lo realiza el bibliotecario.
El bibliotecario deberá llevar un registro estadístico del número de usuarios y materiales prestados en esta modalidad.
El préstamo a domicilio consiste en la autorización que se da a los usuarios para llevar materiales fuera de la biblioteca, bajo las normas del reglamento.
La cantidad de obras y los días de préstamo serán definidos en el reglamento; es un servicio clave que fomenta la lectura y permite consultar materiales con privacidad.
El bibliotecario debe elaborar el registro de alumnos y coordinar con servicios escolares.
Con circulación automatizada, la matrícula se captura en base de datos y el sistema facilita registros e informes estadísticos.
Requisitos de la credencial:
- Fotografía
- Nombre completo
- Grupo
- Fecha de expedición
- Espacios para renovación
- Código de barras
El personal bibliotecario debe mantener un control eficiente que indique quién tiene una obra y cuándo estará disponible.
Los materiales de préstamo a domicilio son, principalmente, colección general: textos escolares, obras literarias y de divulgación científica.
El bibliotecario llevará un registro estadístico de los materiales prestados.
Permite que los usuarios lleven materiales de otras bibliotecas cuando no están en la suya, mediante un convenio interbibliotecario con reciprocidad.
La responsabilidad del cuidado recae en la biblioteca solicitante.
Para elegir bibliotecas conveniadas:
- Cercanía física con la institución
- Nivel académico afín o superior
- Preferentemente instituciones grandes
Procedimientos previos:
- Diseñar el formato de trámite.
- Enviar y recibir convenios con firmas y sellos.
- Verificar disponibilidad y reservar la obra.
- Requisitar original y 2 copias, sellar y firmar.
- Controlar fechas de devolución y emitir recordatorios.
- Registrar todo en informes estadísticos.
En ocasiones los profesores requieren que permanezca en el acervo un material determinado del acervo general (normalmente disponible para préstamo a domicilio), lo que se denomina “servicio de reserva”. Estas obras se usan como apoyo en clase o para investigación.
La reserva puede hacerse para ejemplares únicos o costosos, asignando al préstamo externo solo los duplicados, aunque lo más recomendable es colocar en reserva únicamente los libros sugeridos por el profesor y por un periodo determinado (una semana o un semestre).
Procedimiento:
- Extraer los libros de la colección.
- Agregar una marca: separador o etiqueta con la leyenda “En reserva”.
- Retirar la tarjeta de préstamo y anotar “En reserva”.
- Colocar las tarjetas de préstamo en el fichero correspondiente.
- Ubicar los libros en un estante separado de la colección general.
- Al finalizar el periodo, reintegrar el material a la estantería general.
El bibliotecario deberá llevar un registro estadístico del número de usuarios y materiales prestados en esta modalidad para los informes de evaluación.
Para conocer modelos de control estadístico, consulte los formatos anexos.
Dependiendo del tipo de usuarios, pueden ofrecerse también servicios especializados de:
Las bibliotecas universitarias deben tener entre sus propósitos el ampliar sus servicios tradicionales, proporcionando otros apoyos de calidad, entre los que se pueden considerar:
Documentación
El servicio de documentación consiste en la localización, recuperación y entrega de documentos a los usuarios, de obras no disponibles en la propia biblioteca, que se requieran para el apoyo académico, por ejemplo, artículos de revistas, de las que se tramita el fotocopiado o que se pueden adquirir por internet de la editorial misma.
En algunas universidades existen servicios de documentación que atienden solicitudes de otras instituciones, como es el caso del Departamento de Consulta de la Biblioteca Central de la UNAM, ubicado en la planta baja del mismo edificio, cuyos servicios pueden consultarse en http://bc.unam.mx/ El servicio tiene un costo, para cubrir el servicio y las fotocopias que se entreguen, y si es el caso, el costo de la mensajería por el envío a la institución que solicite el servicio.
Elaboración de bibliografías
Este servicio es de utilidad cuando un usuario alumno o profesor, necesita que se le informe acerca de los libros existentes, tanto en la propia biblioteca como en otras instituciones o librerías, sobre determinado autor o tema. Se conocen como bibliografías especializadas y se pueden utilizar para introducir a la biblioteca a los profesores de nuevo ingreso, pero también se preparan a solicitud de ellos para preparar sus programas y clases o conocer qué pueden recomendar a los alumnos sobre ese tema.
Las bibliografías pueden entregarse a los usuarios impresas, en diskete, o enviarse por correo electrónico.
Los catálogos de biblioteca actualmente cuentan con la opción de elaboración de bibliografías, ya que una vez realizando la búsqueda el mismo programa facilita el respaldo de la recuperación.
Diseminación selectiva de información (DSI) o de "Alerta"
El servicio de diseminación selectiva de información o DSI, se recomienda a partir del nivel superior y se elabora con las nuevas adquisiciones que ingresan a la biblioteca, ordenando por autor los datos de cada material en un listado temático, y si el tiempo disponible del bibliotecario lo permite, se agregará a cada ficha la tabla de contenido y un breve resumen. El DSI se circula entre los colegios de profesores, o se envía por correo electrónico, además de colocarse en el pizarrón de avisos de la biblioteca. En ocasiones las nuevas adquisiciones también se colocan en un estante especial con el letrero de 'Nuevas adquisiciones', para que sean vistas por los alumnos.
Los materiales bibliográficos en cualquier tipo de soporte, adquiridos por compra, canje o donación, deben ser sometidos a dos tipos de tratamiento denominado PROCESOS TÉCNICOS, y que se dividen en el proceso técnico mayor y el proceso técnico menor. El objetivo de estos procesos es identificar, seleccionar y distribuir los materiales según las necesidades de los usuarios, incorporándolos a las estanterías físicas y virtuales de manera eficiente y ordenada.
La catalogación comienza con la descripción de cada documento y concluye con la confección de un catálogo, ya sea en formato de papel o automatizado, y que constituye un índice ordenado de la información que contiene la biblioteca.
Una vez que los libros reciben el proceso técnico menor pasan al proceso mayor, que consiste en:
Catalogación descriptiva
Catalogación temática
Clasificación
Registro
No todo lo que ingresa a la biblioteca es susceptible de proceso, ya sea porque se trate de material que no reúne los requisitos para el nivel académico de la institución, o porque se trate de material donado pero obsoleto o maltratado. Una vez determinado qué material se catalogará, se seleccionan las normas bibliotecarias de catalogación que permitirán estandarizar la forma en cómo se presenta la información a los usuarios en el catálogo.
Una biblioteca que se considere al día debe contemplar que un libro debe catalogarse dentro del mes siguiente a su llegada a la biblioteca y no permanecer en proceso más de tres meses. Debe tomarse en cuenta que por ser una actividad detallada, la catalogación bibliográfica es parte del proceso técnico que consume mucho tiempo del bibliotecario.
La catalogación bibliográfica se divide en:
Catalogación descriptiva
Catalogación temática
El éxito de los servicios y uso de las colecciones de la biblioteca se debe a la asistencia y asiduidad de los usuarios, y ambas se complementan con actividades paralelas atractivas y adecuadas que promuevan el uso de la biblioteca en la comunidad universitaria.
El objetivo de las actividades de difusión y extensión de la biblioteca es incitar a los alumnos a que, a partir de lo que vean expuesto o que escuchen, se acerquen a la biblioteca y hagan uso de lo que se les ofrece.
Difusión
Para establecer un programa de difusión de la biblioteca se debe tener conocimiento de la comunidad educativa existente, de sus intereses y necesidades informativas, así como del contenido de las colecciones para utilizarlas en las actividades a realizar.
Entre las actividades que se pueden implementar para difundir la biblioteca están las exposiciones, el periódico mural, y, los pizarrones y tableros.
En todos estos recursos debe tomarse en cuenta que son una manera directa y atractiva de promover la biblioteca entre la población escolar, incitando a los alumnos a que a partir de lo que vean expuesto, se acerquen a la biblioteca y hagan uso de lo que se les ofrece, y en ellas, además del bibliotecario, pueden participar activamente los alumnos y profesores.
a) Exposiciones y periódico mural
Entre los puntos que se recomiendan a tomar en cuenta al organizar una exposición, están los siguientes:
- seleccionar un tema relevante y de interés para los alumnos.
- el material que se exponga debe acompañarse de notas breves, comentarios, frases u otros textos alusivos que despierten el interés de los alumnos.
- centrarse en un tema, evento, conmemoración o personaje; las actividades y hobbies que se realizan en el tiempo libre suelen ser de gran atracción para acercar a los alumnos (deportes, diversiones, actividades culturales).
- señalar que ese tema puede consultarse en la biblioteca.
- delimitar la exposición y tratar un asunto a la vez.
- exhibir una cantidad materiales de acuerdo al espacio disponible para tener buena presentación.
- la exposición no debe interferir con el horario de la biblioteca, ni con su espacio, mobiliario y equipo utilizados para la consulta.
- colocar suficientes letreros que avisen de la exposición y que señalen de qué se trata.
- establecer la duración de la exposición y retirarla a tiempo.
b) Tableros / pizarrones
Cuando no se dispone de suficiente espacio o recursos para organizar una exposición, un tablero o pizarrón también constituyen un buen aliado del bibliotecario para atraer a los usuarios, además de que comúnmente ya existen en la institución. También puede invitarse a los profesores y alumnos a que colaboren en la elaboración y mantenimiento de la información. Pueden utilizarse espacios de todos los tableros disponibles en la escuela, para tener mayor alcance.
No debe olvidarse que cuando se utiliza un pizarrón o tablero el objetivo final es acercar a los usuarios a la biblioteca, por lo que siempre se debe direccionar al usuario a la biblioteca.
c) Temas idóneos para presentar en exposiciones, tableros y pizarrones
- Enigmas a resolver;
- Biografías, efemérides y natalicios del mes;
- Celebraciones y épocas especiales;
- Eventos deportivos:
- Libro del mes y materiales de nueva adquisición;
- Materiales relacionados con las tareas;
- Temas de actualidad;
- Eventos culturales de la localidad;
- Organizar la visita de un autor a la institución y colocar información alusiva a él.
Extensión
Un servicio de extensión, que puede prestarse a la comunidad educativa, es la creación de una sección sobre la biblioteca, a incluir en el sitio web de la institución, donde puede colocarse el reglamento, el horario, e incluso el catálogo en línea de la biblioteca.
También pueden organizarse visitas guiadas pero a otras bibliotecas o centros de información especializados, cuyos recursos sean útiles para apoyar el proceso enseñanza-aprendizaje de la comunidad.
Para otro tipo de actividades pueden consultarse las secciones de:
El servicio de orientación o formación de usuarios está estrechamente ligado a la difusión de la biblioteca; la orientación es necesaria para proporcionar permanentemente a los usuarios información sobre el contenido y organización de la biblioteca, auxiliarlos en la metodología de investigación documental, así como darles a conocer cuáles son sus derechos y obligaciones al utilizarla.
La tarea educadora del bibliotecario se ve reflejada en las actividades de orientación y promoción de la biblioteca.
Entre las tareas que se realizan en este rubro están:
Visitas guiadas
Las visitas guiadas son una buena oportunidad para mostrar en grupos de 15-20 alumnos o profesores, los servicios y colecciones de que se dispone en la biblioteca.
Es recomendable organizar una visita guiada al inicio del ciclo escolar para los alumnos y profesores de reciente ingreso y para los que no asistieron a la primera visita.
En una visita guiada el bibliotecario podrá exponer los siguientes aspectos:
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Carteles
Este medio es uno de los de mayor impacto para los usuarios; con carteles se informa permanentemente a los usuarios sobre diversos aspectos de la biblioteca, por lo cual deben mantenerse siempre en buenas condiciones y mostrar una apariencia agradable. También pueden utilizarse los carteles decorativos como los que distribuyen editoriales y librerías.
Para diseñar un cartel habrá que tomar en cuenta aspectos estéticos, como que el tamaño no sea demasiado pequeño o grande, que tenga poco texto pero suficiente, sin faltas de ortografía o redacción, con colores atractivos y cuidando que estén colocados en lugar visible.
Entre la información que pueden contener los carteles está la siguiente:
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Un resumen del reglamento.
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Los servicios que proporciona.
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Recordar cuál es el material que no se presta a domicilio.
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Requisitos para tramitar un servicio, como el préstamo de videos y cd's, o un libro de préstamo interbibliotecario.
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Vigencia del préstamo a domicilio.
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Cómo usar el catálogo.
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Cómo citar información obtenida de medios electrónicos.
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El contenido de cada colección, ej.:
SECCIÓN DE CONSULTA
Esta colección contiene enciclopedias, diccionarios, atlas, manuales y otras obras útiles para encontrar datos precisos, en forma fácil y rápida
La estructura del sistema de clasificación en la biblioteca, ej.:
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SISTEMA DE CLASIFICACIÓN DECIMAL DE DEWEY |
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000 |
Generalidades |
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100 |
Filosofía |
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200 |
Religión |
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300 |
Ciencias sociales |
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400 |
Idiomas |
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500 |
Ciencia |
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600 |
Tecnología |
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700 |
Arte |
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800 |
Literatura |
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900 |
Geografía e historia |
Señalamientos
Posiblemente no existan carteles en la biblioteca, pero los señalamientos son elementos permanentes que no deben faltar, para indicar a nuestros usuarios sobre las diversas áreas de la biblioteca.
Al igual que los carteles, debe cuidarse el aspecto estético, tratando de que sea lo suficientemente visible, con poco texto, sin faltas de ortografía o redacción, con colores atractivos, que estén colocados en lugares visibles y en buenas condiciones.
Algunos ejemplos de señalamientos son:
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FOTOCOPIADO
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BIBLIOTECA "ANTONIO CASO"
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MATEMÁTICAS
Folletos
Los folletos o trípticos se elaboran para que los usuarios lleven información de la biblioteca, que pueda serles de utilidad y que es conveniente que tengan a mano de forma permanente; se elaboran por el bibliotecario, cuidando la redacción y la presentación.
En el folleto se puede dar a conocer a los usuarios la siguiente información:
-
Reglamento de biblioteca.
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Programa de actividades del mes.
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Cómo solicitar el préstamo interbibliotecario.
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Cómo elaborar las fichas bibliográficas a partir de recursos electrónicos.














